El asesinato machista de Imane Saadoui, una mujer de 30 años asesinada por su marido en 2022 en el municipio cacereño de Valencia de Alcántara, se ha saldado con un acuerdo entre las partes y una condena de 12 años y medio prisión para el autor confeso, tras la vista celebrada este martes en la Audiencia Provincial de Cáceres.
El tribunal le ha condenado por un delito de asesinato con el agravante de parentesco, aunque ha aplicado dos atenuantes: de confesión y de alteración psíquica. La pena supone una rebaja de 15 años con respecto a la El detenido tenía antecedentes por violencia de género y, de hecho, la víctima denunció en 2019 que sufría agresiones por parte de su marido y llegó a estar inscrita en el sistema Viogén como víctima de violencia machista.
La abogada de la familia de Imane, Nuria Lagar, ha explicado al término de la vista que el asesino confeso llamó a la Guardia Civil de Valencia de Alcántara para confesar el crimen machista y las autoridades lo detuvieron al llegar al domicilio en la madrugada del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2022.petición de la Fiscalía, que solicitaba 27 años de prisión.
La víctima era madre de dos hijos, una niña y un bebé que entonces tenía 14 meses. Este último se encontraba en el domicilio en el momento del asesinato y pasó a cargo de la Junta de Extremadura. El asesino Badr Saadaoui, pedía perdón «a sus suegros y a todo aquel que se haya sentido dañado» tras conocer y aceptar la sentencia. «Se han aplicado los atenuantes de confesión y problemas mentales»
Además de la pena de cárcel, la Audiencia Provincial de Cáceres impone al asesino confeso la prohibición de comunicarse con el entorno de Imane, indemnizaciones de 400.000 euros y la expulsión del país cuando cumpla su pena. El condenado ha permanecido en prisión provisional desde que se produjeron los hechos. De hecho, la vista se ha celebrado a escasos días de que se cumpla el máximo de prisión preventiva, estipulado en dos años.
Recordar el número de teléfono 016, número de denuncia contra la violencia machista que no deja rastro en la factura telefónica pero que debe borrarse del historial de últimas llamadas.