La violencia en el ámbito escolar es una realidad que deniega cada día a millones de niños y jóvenes el derecho humano fundamental de la educación. El Plan Internacional estima que 246 millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia al interior y alrededor de sus escuelas. Este fenómeno afecta desproporcionadamente a las niñas, así como a aquellos que presuntamente no se ajustan a las normas sexuales y de género predominantes.
Las escuelas que no son inclusivas o seguras violan el derecho a la educación proclamado por la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por las Naciones Unidas, e incumplen con la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza cuyo objetivo es eliminar cualquier discriminación, así como impulsar las medidas que garantizan la igualdad de oportunidades y de tratamiento para todas las personas.
Aunque la violencia en línea no ocurre solo en los centros educativos, el sistema educativo tiene una misión importante que cumplir al abordar las cuestiones de seguridad en Internet, de ciudadanía digital y de utilización de tecnologías.
La educación formal puede y debe desempeñar un papel clave al brindar a los niños, niñas y jóvenes las capacidades y conocimientos necesarios para identificar la violencia en línea y protegerse contra las diferentes formas en que puede presentarse, ya sea por parte de sus compañeros o de los adultos.La violencia en línea, incluido el ciberacoso, afecta los rendimientos escolares, la salud mental y la calidad de vid
El acoso se define como un comportamiento agresivo que implica acciones negativas no deseadas y repetidas a lo largo del tiempo y un desequilibrio de poder o fuerza entre los perpetradores y las víctimas.
¿Cómo se relaciona el acoso con la violencia escolar?
La violencia escolar abarca toda aquella violencia física, psicológica y sexual que ocurra en la escuela y sus alrededores. Tiene lugar principalmente entre los estudiantes, pero a veces la perpetran los profesores u otros miembros del personal de la escuela contra los estudiantes.
No sólo las víctimas se ven afectadas por la violenciay el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso. Toda la comunidad escolar se ve afectada. La mala disciplina y un entorno escolar inseguro se traducen en un menor rendimiento académico en general.
Los niños y niñas que suelen ser víctimas de acoso tienen tres veces más probabilidades de sentirse excluidos en la escuela que aquellos que no. Además, corren el doble de riesgo de faltar a clases, y tienden más a abandonar el sistema de educación formal antes de terminar sus estudios secundarios.
¿Qué se puede hacer para poner fin a la violencia y el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso?
Demasiadas personas piensan que el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso, es un rito inofensivo de paso a la edad adulta y que poco se puede hacer para detenerlo. En cambio, hay pruebas sólidas de que la violencia y el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso, pueden prevenirse. Ningún estudiante debe vivir con miedo de ir a la escuela.
Muchos países de todo el mundo han hecho grandes progresos en la reducción de la violencia y el acoso escolar, y hay muchas similitudes en la forma enque han respondido al problema. Las respuestas se basan en evidencia, e incluyen el liderazgo político y marcos normativos sólidos, planes de estudio que promuevan un clima escolar propicio y la capacitación del profesorado. La creación de entornos escolares físicos y psicológicos seguros también desempeña un papel fundamental en el éxito, incluidos los mecanismos para denunciar el acoso y el apoyo a los estudiantes afectados.