La entidad, que lleva en España más de 30 años trabajando, cuenta en la región con tres recursos de atención permanente a personas migrantes y refugiadas.

Cruz Roja Española ha reafirmado su compromiso con la atención a las personas migrantes y ha puesto en valor que en Extremadura cuenta con tres recursos de atención permanente para refugiados y migrantes.

Concretamente, este lunes se conmemora el Día Internacional de las Personas Migrantes, efeméride en la que el presidente de Cruz Roja Extremadura, Jesús Palo Tiburcio, ha recordado que la labor que se realiza en la comunidad va en consonancia y coherencia con el cumplimiento del principio de Humanidad del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

De hecho, en Extremadura, la atención a las personas migrantes comenzó en los años noventa, aunque ya desde los ochenta la institución participaba en el programa de búsqueda y reagrupamiento familiar, según ha informado Cruz Roja Extremadura en una nota de prensa.

En estas fechas, la institución atendió a personas migrantes subsaharianas en un programa piloto que se puso en marcha en Olivenza, así como en la de temporeros portugueses en la zona de las Vegas Bajas del Guadiana y temporeros procedentes de Rumanía en Tierra de Barros.

También prestó asistencia a personas refugiadas de la guerra de Los Balcanes. Cruz Roja ha gestionado desde 2017 tres recursos de atención permanente ubicados en Badajoz, Mérida y Olivenza, dispositivos que en todo este tiempo han permitido atender las necesidades de 6.350 personas refugiadas y migrantes de más de 50 nacionalidades, casi el 40 por ciento procedentes de países africanos.

En los mismos se desarrollan los programas de Atención Humanitaria, dirigido a personas que llegan a España de forma irregular y no cuentan con permisos de estancia, y Atención a Personas Solicitantes de Asilo.

Las intervenciones que se realizan en ambos son variadas y van encaminadas a garantizar sus necesidades básicas de forma temporal hasta que alcanzan su autonomía y a favorecer la integración en la sociedad fomentando el conocimiento del idioma, la formación y la capacitación para la empleabilidad.

VOLUNTARIADO Y SITUACIONES ESPECIALES

Pero además de los recursos de atención permanente, Cruz Roja en Extremadura ha puesto en marcha desde 2018 dispositivos especiales para atender las diferentes crisis humanitarias que han afectado a otras regiones del país.

En 2018, se habilitó en Mérida el Centro de Atención, Emergencia y Derivación, pionero en España, para garantizar la adecuada atención a las personas procedentes de diversos países africanos que llegaron a las costas andaluzas. En poco más de una semana el voluntariado y los trabajadores de la institución atendieron a más de 300 personas, más de 2.000 en seis meses.

Además, ese mismo año, más de una veintena de voluntarios participaron en trabajos de apoyo a otros equipos de Cruz Roja para la atención de las personas migrantes que llegaron a las costas del país, actividades en las que también colaboraron en 2020.

En 2022, tras el inicio del conflicto en Ucrania, Cruz Roja en Extremadura atendió a más de 1.000 personas procedentes de este país, para lo que la institución desplegó tres dispositivos: uno de alojamiento en Olivenza y dos para prestar atención a las personas en tránsito en los municipios de Badajoz y Montijo. Además, se realizaron también actuaciones de carácter puntual en Zafra, Navalmoral de la Mata, Cáceres y Plasencia.

EN LA ACTUALIDAD

En la actualidad, Cruz Roja en Extremadura gestiona la atención a los migrantes del centro habilitado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en Mérida, donde un equipo multidisciplinar trabaja para garantizar la dignidad a las personas que han llegado a España procedentes de diversos países africanos a través de las Islas Canarias.

El voluntariado y los trabajadores de la institución (trabajadores sociales, educadores, abogados, traductores, monitores, logistas y sanitarios) trabajan para proporcionar alimentación, alojamiento, asesoramiento legal, asistencia sanitaria y social a las personas.

Al amparo de los siete principios que rigen la institución (Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Voluntariado, Unidad y Universidad) se proporciona a las personas apoyo y asistencia para proteger su dignidad, «máxima que ha regido la acción de Cruz Roja en Extremadura en sus 150 años de historia y compromiso inquebrantable que la Institución mantiene desde su creación en el mundo hace más de 160 años».

Cruz Roja en Extremadura valora que en este tiempo otras instituciones y asociaciones hayan surgido para proteger y garantizar los derechos de todos los migrantes, labor que la institución lleva ya realizando en España desde hace más de 30 años.

En la actualidad, en el centro que gestiona en Mérida trabaja en coordinación con el ministerio y las instituciones competentes, como la Policía Nacional, para garantizar los derechos de los menores que llegan sin documentación que lo acredite.

De igual modo, se proporciona información en inglés y francés, así como en otros idiomas como el bámbara y el wólof, sobre la normativa relativa a la protección internacional y el asilo, cómo acceder al mismo y se acompaña a las personas que deciden presentar su solicitud para ejercer su derecho al mismo.

De igual modo, se facilita, en plena coordinación con el Servicio Extremeño de Salud, asistencia sanitaria. Atención como la recibida por Omar Pouye, senegalés quien perdió la visión de uno de sus ojos. Omar dejó Senegal y tras un duro viaje en cayuco de siete días hasta las Islas Canarias llegó a Mérida, donde está siendo tratado de esta patología que le obligó a dejar su país.

«Mi familia se gastó mucho dinero para tratar de ayudarme a recuperar la visión. No sirvió de nada. Soy el mayor. Tengo cuatro hermanos y una hermana y le dije a mi mamá y a mi papá que me iría a Europa a trabajar para ganar dinero y ayudarles», señala este joven de 21 años que agradece la atención recibida estos días por Cruz Roja en Extremadura.

Una opinión que comparte su compatriota Ousmane Diouf, quien dice ser consciente de las dificultades a las que se enfrenta, porque así se lo han explicado, para que una solicitud de asilo pueda ser aceptada. «Hay personas que esto no lo comprenden, pero yo sé que esto no es fácil», indica a la vez que agradece que desde la institución se le haya proporcionado ropa, calzado, alimentación y cobijo.

«Tanto Omar como Ousmane han dejado atrás a sus familias. Ahora en Mérida comparten sus deseos de encontrar un trabajo que les permita ayudarles conscientes de que el camino que aún les falta por recorrer no es fácil», ha señalado Cruz Roja.

«Ellos, como todos y todas a quienes hemos prestado ayuda tienen detrás el respaldo de esta familia, de Cruz Roja en Extremadura. Llevamos mucho tiempo haciéndolo. Nos alegra que ahora sean muchos y muchas más quienes peleen por garantizar los derechos de las personas que migran», ha destacado el presidente de Cruz Roja en Extremadura, quien concluye que todo aquí ha sido posible gracias a los trabajadores de la institución, pero, sobre todo, a los casi 600 voluntarios que estos años han trabajado con personas migrantes para garantizar su dignidad.