Para combatir la fatiga primaveral y mantener la energía, es crucial adoptar hábitos saludables que promuevan el bienestar físico y mental.

La fatiga primaveral o astenia primaveral es un síntoma que abarca sensaciones como la somnolencia, la irritabilidad, la apatía o el cansancio. Todas estas sensaciones son producidas por los efectos del cambio de estación, que conlleva cambios bruscos de temperatura y de presión atmosférica, aumento de las horas de luz solar y modificación de horario y de rutinas.

¿Cómo combatir la fatiga primaveral?
Alimentación:
Prioriza una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y alimentos ricos en proteínas, pero bajos en grasa. Evita alimentos procesados, azúcares y grasas saturadas, que pueden contribuir a la fatiga.

Hidratación:
Bebe suficiente agua a lo largo del día para mantenerte hidratado y ayudar a tu cuerpo a funcionar de manera óptima.

Ejercicio:
Realiza actividad física moderada, como caminar, correr, nadar o hacer yoga, para mejorar el estado de ánimo y aumentar los niveles de energía.

Sueño:
Establece un horario de sueño regular y asegúrate de dormir entre 7 y 8 horas diarias para permitir que tu cuerpo se recargue.

Gestión del estrés:
Practica técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, para reducir los niveles de estrés y mejorar el bienestar general.

Luz solar:
Aprovecha la mayor cantidad de luz natural posible, ya que la luz solar ayuda a regular el ciclo sueño-vigilia y a mejorar el estado de ánimo.

Evita hábitos tóxicos:
No fumes ni consumas alcohol en exceso, ya que estos pueden agravar la fatiga y la sensación de malestar.

Considera suplementos:
Si tienes deficiencias nutricionales, consulta con un profesional de la salud sobre la posibilidad de tomar suplementos de vitaminas y minerales para mejorar la energía.

Siguiendo todos estos consejos, podrás combatir la fatiga primaveral y mantener la energía durante el día, mejorando así tu calidad de vida y bienestar general.

 

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