Pekín cree que el virus llegó a Wuhan desde el extranjero a través de las cadenas de frío
El Gobierno de China da por concluida la investigación del origen del Covid-19 y apunta a Estados Unidos entre los posibles causantes, en un documento en el que se defienden de las conclusiones del estudio realizado de forma conjunta con la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en 2021, en el que se planteaban cuatro escenarios diferentes sobre la aparición y propagación del virus.
La investigación de 2021 señalaba como ‘posible a muy probable’ la introducción de un huésped intermediario en el origen del virus; de ‘posible a probable’ la propagación directa de enfermedades zoonóticas; como ‘posible’ que su introducción fuera a través de productos de la cadena de frío, y, finalmente, ‘extremadamente improbable’ que el origen fuera una fuga de laboratorio.
El documento, titulado ‘Libro Blanco sobre las Acciones y la Posición de China sobre la Prevención y el Control del Covid-19 y el Rastreo del Origen del Virus’, fue dado a conocer este miércoles por la Oficina de Información del Consejo de Estado a través de la agencia de noticias Xinhua. En él, se resalta especialmente la posibilidad de que el virus llegara a Wuhan desde el extranjero a través de la cadena de frío. “Existe la posibilidad de que la nueva epidemia de coronavirus que se produjo en el Mercado mayorista de mariscos de Huanan (Wuhan) a finales de 2019 se haya introducido desde el extranjero a través de la cadena de frío”, reza el documento.
¿Qué dice China?
Las autoridades chinas han insistido en que las investigaciones sobre rastreo molecular, detección de animales huéspedes y las cadenas de frío apuntan a que Wuhan no es el origen natural del Covid-19. Además, al no haber “evidencia contraria” a las conclusiones del ‘Estudio mundial convocado por la OMS sobre los orígenes del SRAS-CoV-2: Parte China’, consideran que la investigación sobre el origen del virus «ha finalizado».
A pesar de este informe conjunto, la OMS instó a Pekín a finales de 2024 a compartir más datos para comprender los orígenes de la pandemia. No obstante, el Gobierno chino ha defendido en todo momento su transparencia.
Estados Unidos, posible origen del virus
En el documento también se sugiere que el origen del coronavirus podría estar en Estados Unidos. Se recuerda que autoridades sanitarias estadounidenses informaron de brotes de enfermedades respiratorias en varios estados entre mayo y octubre de 2019, atribuidos inicialmente a una «neumonía causada por cigarrillos electrónicos».
Muchos de los pacientes presentaban síntomas como tos, disnea y fatiga, y algunos sufrieron daños pulmonares graves. Los primeros casos se detectaron en Illinois y Wisconsin en marzo de 2019, y la primera muerte se registró el 23 de agosto de ese año. Para noviembre de 2020, se habían contabilizado 2.807 hospitalizaciones y 68 muertes.
El texto también cita un estudio de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, que reveló que el virus comenzó a circular en EE. UU. a finales de diciembre, un mes antes de los primeros casos notificados oficialmente. Asimismo, hace referencia a una «enfermedad misteriosa» que afectó a dos comunidades del norte de Virginia en julio de 2019, con 54 personas afectadas y dos muertes.
Ese mismo verano, el centro de programas de armas biológicas de Fort Detrick (EE. UU.) tuvo que cerrar temporalmente por motivos de seguridad, lo que ha llevado a Pekín a pedir a Washington una “explicación científica seria” sobre el asunto. “Estados Unidos ha sufrido durante mucho tiempo frecuentes accidentes de bioseguridad en laboratorios. Todas estas dudas sugieren que el brote pudo producirse antes de lo anunciado y antes que en China”, recoge el Libro Blanco. China pide una investigación exhaustiva sobre el origen del virus en EE. UU.
Investigaciones sobre la cadena de frío
El documento también informa de diversos trabajos realizados en China sobre el origen del virus. Según los datos, los primeros casos aparecieron en Wuhan entre mediados de noviembre y principios de diciembre de 2019, siendo el primer caso confirmado el 8 de diciembre.
Tras analizar brotes en el mercado de Xinfadi (Pekín) y la ciudad de Dalian —ambas sin casos durante más de 50 días—, se observó que los contagios afectaban principalmente a trabajadores del mercado y a empleados de procesamiento de mariscos.
El 24 de septiembre de 2020 se detectaron dos casos en operarios de carga en Qindao, sin antecedentes de viaje ni contactos con contagiados. Las autoridades subrayan que muestras del embalaje exterior de alimentos congelados dieron positivo en ácido nucleico del Covid-19, y que el análisis genético confirmó el contagio a partir de ese material.
En paralelo, no se halló rastro del virus tras analizar más de 80.000 muestras de animales salvajes (murciélagos, pangolines, aves silvestres, jabalíes, mapaches), así como animales de granja y aves de corral en todo el país.
A inicios de 2020, un equipo de la Academia China de Ciencias Médicas analizó murciélagos en Wuhan y sus alrededores sin detectar secuencias genéticas del coronavirus, descartando que el virus se originara allí. En 2023, el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades publicó un artículo donde 457 muestras de animales del Mercado de Huanan dieron resultado negativo en las pruebas de Covid-19.
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