La Comisión Europea ha reconocido este viernes ‘vaca de Extremadura’ como una nueva indicación geográfica lo que garantiza una calidad al consumidor y derechos colectivos sobre el producto a todos los productores de la zona geográfica.

Esta carne procede de las principales razas de ganado vacuno criadas en Extremadura y Bruselas reconoce que la producción se basa en un sistema extensivo de la dehesa, lo que permite alcanzar altos niveles de bienestar animal.

Los niveles de estrés durante la producción son mucho menores y, en general, se respetan los tiempos de lactancia, indica el Ejecutivo europeo, que señala que esto aporta unas características propias y únicas al producto. Con esta decisión, la UE mantiene 1650 productos agrícolas y ganaderos.

Vaca de Extremadura, un tesoro gastronómico que pasta en plena dehesa

Cada vez son más los restaurantes especializados en carnes en la región extremeña que demandan carne de Vaca de Extremadura por su textura, sabor, presencia y naturalidad en origen. La carne de Vaca es muy apreciada por la hostelería, cuyas piezas, solomillos y lomos, son muy demandados, aunque también la carne para hacer hamburguesas cada vez tiene más auge entre los consumidores.

La carne de Vaca que se cría en Extremadura suele proceder de producciones de vacuno en extensivo que durante siglos ha sido practicado en el ecosistema de la Dehesa en la región. La explotación de las distintas razas autóctonas (Avileña-Negra Ibérica, Retinta, Blanca Cacereña, Morucha, Berrendas en Negro y Colorado), aprovechando las distintas y variadas zonas del amplio territorio extremeño y sus cruces con las razas españolas que se están adaptadas al régimen extensivo, como la Limusina. Charolés y Blonde de Aquitania, han dado lugar a carnes muy valoradas por el consumidor particular y profesional de la hostelería.

Genética, alimentación y crianza natural

La carne de Vaca de Extremadura, por su genética pero también por su alimentación y crianza natural, presenta habitualmente un color rojo a rojo cereza, marmoleada y entreverado fino, con grasa de color entre blanco cremoso y amarillento, de textura firme y grano consistente al tacto y ligeramente húmeda, textura fina y moderado nivel de grasa intramuscular. Unas características muy valoradas tradicionalmente por las carnicerías y los establecimientos de hostelería al ser de un gusto excelente en textura y sabor, especialmente a la brasa.