Las organizaciones agrarias Apag Extremadura Asaja, Apag Asaja Cáceres y La Unión Extremadura han ofrecido una rueda de prensa conjunta para reclamar a las administraciones que se tramiten lo antes posibles ayudas que sirvan para paliar el enorme problema que está generando la enfermedad de la lengua azul para los ganaderos extremeños.
Juan Metidieri, presidente de Apag Extremadura Asaja, ha recordado que el problema de la lengua azul está afectando, principalmente, al ganado ovino, una producción clave para Extremadura.
Y remarca que la zona cero, la más afectada, está siendo la zona más pegada a la frontera con Portugal, desde Badajoz hasta Valencia de Alcántara, donde se están produciendo los casos más significativos afectados con el serotipo 3.
Las tres organizaciones han hablado de más de 240 focos afectados en Extremadura por la lengua azul con un alto índice de mortandad en la zona donde el serotipo 3 tiene más presencia.
Metidieri, que recuerda que la enfermedad no afecta a la alimentación, considera que, además de la enfermedad, el otro problema presente son los excesivos protocolos que se imponen y que asfixian a las explotaciones.
Desde Apag Extremadura Asaja han solicitado que se establezca una mesa de reuniones con continuidad y análisis reales y periódicos sobre el problema de la lengua azul y, por supuesto, que se planteen ayudas por parte de todas las administraciones: Europa, Ministerio de Agricultura y Junta de Extremadura.
“Hay que habilitar ayudas como se hicieron durante la crisis de la lengua azul en 2007 y que sirvieron para pagar a los distintos gastos que tienen que hacer las explotaciones por esta enfermedad. Ayudas a la mortandad y para todos los productos necesarios en los que se incurren para la desinsectación”, apunta Metidieri.
Metidieri indica que “necesitamos soluciones y que nuestros ganaderos tengan respuestas con claridad para afrontar el problema, ya que actualmente estamos viviendo auténticos dramas en nuestras explotaciones”.
Ángel García Blanco, de Apag Asaja Cáceres, ha criticado duramente al ministro de Agricultura del que ha dicho “está desaparecido y no quiere saber nada de la lengua azul” y también reclama ayudas a las tres administraciones.
Luis Cortés, de la Unión Extremadura, también insiste que la lengua azul es un problema sanitario que debe atajar el Gobierno de España y que las ayudas deben llegar mucho antes que las que se tramitaron para la enfermedad hemorrágica epizoótica, que llegaron año y medio tarde.