La cuantía aprobada por el Gobierno para la región de 1.298.750 euros (25,97% de los 5 millones totales para todo el país) «sigue siendo insuficiente».

La Asociación Profesional de Apicultores de Extremadura (Apaex) ha destacado este viernes que Extremadura es la primera región que hace efectivo el abono de la ayuda directa por la sequía aprobada para la apicultura profesional extremeña por parte del gobierno en el Real Decreto Ley 4/2023, tras ser complementada con fondos propios por la comunidad autónoma.

«Apaex valora muy positivamente la rapidez en la gestión administrativa de esta ayuda directa que precisaban con urgencia las explotaciones profesionales apícolas ante la subida de los insumos, la baja producción por la sequía y la paralización de las ventas de miel con bajos precios», ha señalado este colectivo en una nota de prensa.

No obstante, para Apaex la cuantía aprobada por el Gobierno para Extremadura de 1.298.750 euros (25,97% de los 5 millones de euros totales para todo el país) «sigue siendo insuficiente y cicatera en relación con lo establecido para el resto de los sectores ganaderos afectados por la sequía (vacuno, ovino y caprino), recibiendo la apicultura tan sólo un 1,40% del total de los 355 millones presupuestados», y al utilizar el ministerio el criterio de ‘Tramos de colmenas’ y no establecer una ayuda por ‘Colmena’ en igualdad con ‘Cabeza de ganado’ para los ganaderos o ‘Hectárea’ para los agricultores.

Así pues, y pese a que la Junta de Extremadura ha complementado esta ayuda directa del Gobierno con 2,7 millones de euros con fondos propios, siguiendo el mismo criterio de tramos, el resultado final es que «provoca un reparto que crea agravios comparativos y viene a consolidar un nivel de apoyo absolutamente injusto, penalizador y discriminatorio entre los propios apicultores/as de cada tramo y entre unos tramos y otros», según detalla la asociación.

De hecho, para el presidente de Apaex, Ventura Gil Redondo, «es lamentable que la apicultura como una actividad ganadera, indispensable para la biodiversidad y el medio ambiente, sea ninguneada por la incapacidad técnica y política de quienes tienen que velar porque el reparto de las ayudas públicas sea lo más ecuánime y justa posible con los administrados», en este caso, los apicultores/as profesionales de Extremadura y del resto de España.