La localidad pacense de Alburquerque tiene todo preparado para una nueva edición de su Festival Medieval, declarado de Interés Turístico Regional, que cumple la edición número 28 de una fiesta popular en la que se implica toda su población para celebrar su pasado y para invitar a los visitantes a un viaje en el tiempo de varios siglos atrás.
La localidad pacense de Alburquerque tiene todo preparado para una nueva edición de su Festival Medieval, declarado de Interés Turístico Regional, que cumple la edición número 28 de una fiesta popular en la que se implica toda su población para celebrar su pasado y para invitar a los visitantes a un viaje en el tiempo de varios siglos atrás.
Más de 30 actividades se han programado para la edición de 2023, que se celebrará los días 18, 19 y 20 de agosto, que tendrá como hilo conductor la entrega del ducado de Beltrán de la Cueva, en la que no faltarán los habituales torneos, los mercados ni tampoco las pequeñas escenas por cada rincón del casco histórico de la ciudad.
Una edición que llega con novedades, como la nueva ubicación del palenque para permitir una mayor afluencia de público a las actividades más multitudinarias, así como la inauguración de una estatua ecuestre de grandes dimensiones que representa un caballero, levantada y donada por el alburquerqueño Pablo Lapeña.
Asimismo, la apertura, de momento «oficiosa», del centro de recepción de visitantes que servirá como entrada al majestuoso Castillo de Luna, tras años de espera para su apertura a pesar de estar concluido, puesto que su puesta en marcha definitiva debe ser aprobada por la Junta de Extremadura, titular de las instalaciones.
Así lo ha explicado el alcalde de la localidad Manuel Luis Gutiérrez, en la presentación del festival este jueves en la Diputación de Badajoz, acompañado por la directora del certamen, Ángela Robles, y al diputada provincial de Políticas Sociales y Cooperación Internacional al Desarrollo Ana Belén Valls.
El primer edil ha subrayado la implicación de todos los alburquerqueños con este festival que celebra la «esencia» de la localidad, y que sirve como punto de cohesión de la población especialmente en los años difíciles que viene atravesando en el plano institucional.
«Esta es una oportunidad que nuestro pueblo nunca desaprovecha para mostrar su empatía y su ayuda para salir de este bache en el que estamos y es el momento en que todos los ciudadanos de Alburquerque, todas las personas de Alburquerque se echan a la calle para participar, para recibir a todos los visitantes», ha señalado Gutiérrez.
El primer edil se ha referido a la nueva ubicación del palenque, donde se celebran los principales actos, como los torneos, actividades con caballos y las representaciones más multitudinarias, en un escenario que se espera que sea el definitivo, puesto que se pretende concentrar todas las actividades en el entorno del castillo y en el casco histórico.
El alcalde ha subrayado que el pueblo de Alburquerque es el verdadero protagonista de la fiesta, pues con su implicación «hace posible que cada vez cobre más fuerza, más vida».
Gutiérrez señala que se trata además de un atractivo turístico «de primer orden», que llena cada rincón de la localidad con personajes como mancebas, pedigüeños, damas de la corte o caballeros que representan escenas cotidianas de la época.
NUEVO CENTRO PARA EL TURISTA
En los próximos días, ha avanzado, se procederá a la apertura del centro de interpretación del medievo, que sirve asimismo como centro de recepción de visitantes del Castillo de Luna, que pese a estar terminado y dotado desde hace «varios años», aún no ha podido abrirse al público.
Levantado «a los pies» del Castillo, está dotado con todos los recursos necesarios para que los visitantes entiendan la época medieval, el Castillo de Alburquerque o la ruta de los castillos por Extremadura.
Se trata, por tanto, de un recurso «de primer orden» que no será la única novedad en la localidad en los próximos días, ya que el viernes 18 se inaugurará en la Plaza de Alburquerque, en el Paseo de La Alameda, una estatua ecuestre de «grandes dimensiones» que representa a un caballero, que será, ha vaticinado un «símbolo de la ciudad y del festival», además de un «reclamo cultural y turístico».
A su vez, la directora del certamen ha defendido los cambios de ubicación como una «vuelta necesaria» para que el certamen continúe creciendo, ya que de esta forma se concentran todas la actividades en la zona intramuros y se dota de mayor espacio para dar cabida a más público en aquellos eventos más multitudinarios.
Ángela Robles, ha subrayado el trabajo que realizan los alburquerqueños en la organización del festival y en las representaciones de las escenas cotidianas de la época, para las que incluso reciben asesoramiento de intérpretes profesionales gracias al apoyo de la diputación provincial.
Por su parte, la diputada provincial ha enmarcado su apoyo a esta «joya cultural» en el compromiso que mantiene con todas aquellas iniciativas que favorecen que se asiente la población al territorio y atraiga público.
Valls ha subrayado que esta festividad «llena de orgullo a todos los alburquerqueños», que se implican en el desarrollo de todas las actividades programadas en el entorno del castillo y su barrio medieval.
EP