El presidente provincial ha visitado ambas instalaciones, en las que la Diputación de Badajoz ha invertido 1,2 millones de euros

Las pedanías de La Cardenchosa, dependiente de Azuaga, y de Pallares, dependiente de Montemolín, ya tienen operativas sus estaciones depuradoras de aguas residuales, construidas por la Diputación de Badajoz con cargo al Plan Depura y bajo la gestión del Consorcio de Promedio. Unas instalaciones en las que se ha invertido un montante total de 1,2 millones de euros y que hoy miércoles ha visitado el presidente provincial, Miguel Ángel Gallardo, acompañado del diputado delegado de Promedio, Francisco Buenavista, y autoridades locales.

Las instalaciones han sido ejecutadas en la primera fase del Plan Depura y han superado el periodo de puesta en marcha de seis meses.

La inversión total realizada para construir estas dos depuradoras es de 1,2 millones de euros (685.000 euros para Pallares y 515.000 euros para La Cardenchosa) y se trata de instalaciones con tecnología extensiva, que simulan la depuración que realiza la propia naturaleza: humedales artificiales.

Al entrar en una estructura supramunicipal liderada por la Diputación de Badajoz, sus consistorios compartirán costes de gestión con el resto de municipios consorciados y se beneficiará de inversiones y de programas de innovación para mejorar el sistema de tratamiento de la EDAR. Actualmente son 63 las localidades adheridas a este servicio que presta Promedio.

Además de cumplir con su cometido técnico, que es tratar el agua de forma eficiente, estas depuradoras apenas generan impacto ambiental y visual, no presenta olores y se integran perfectamente en el entorno.

En el caso de La Cardenchosa, la nueva instalación está diseñada para 359 habitantes equivalentes y cuenta también con tecnología extensiva adaptada a la realidad de las pequeñas poblaciones.

La construcción contempla, en primer lugar, una zona de pretratamiento compacto, donde se recibe el agua residual urbana y se tamiza para retirar los residuos sólidos y las arenas. Posteriormente el agua se dirige a un “tanque Imhoff”, una tecnología para el tratamiento inicial de la materia orgánica; pasando finalmente al proceso biológico de depuración basado en un humedal artificial de flujo vertical.

Esta depuradora está diseñada para tratar 24.528 metros cúbicos de aguas residuales al año, evitando su vertido sin tratar al Arroyo de la Mimbreruela, afluente de río Bembézar en la Cuenca Hidrográfica del río Guadalquivir.

Por su parte, la EDAR de Pallares es similar en cuanto a tratamiento de aguas. Puede depurar 34.675 metros cúbicos de aguas residuales urbanas al año, que serán devueltas al cauce del arroyo Vendoval, perteneciente también a la cuenca del río Guadalquivir.

16,6 millones

En su primera fase del Plan Depura, la Diputación de Badajoz ha asumido la inversión de 16,6 millones para construir veinte depuradoras de aguas residuales y Contar con ocho proyectos de obra listos para su puesta en marcha en el siguiente periodo.

Como ha señalado el presidente provincial, se trata de una inversión estratégica destinada a facilitar que pequeños núcleos rurales, de menos de 1.000 habitantes, que actualmente vierten sus aguas residuales a cauce público, cuenten con una solución adecuada para depurarlas y avanzar hacia la plena depuración de la provincia de Badajoz. De esta forma, como ha dicho, “la Diputación se compromete y cumple” y lo hace con las poblaciones más rurales.

En total se han iniciado 16 depuradoras, de las cuales 3 ya están finalizadas (Lácara, La Cardenchosa y Pallares), 9 en construcción (Puebla del Maestre, Fuente del Arco, Trasierra, Reina, Risco, Sancti Spíritus, Capilla, Malcocinado y Orellana de la Sierra) y las 4 restantes en proceso de adjudicación (Baterno, Palomas, Zurbarán e Higuera de Llerena).