EP – La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha recalcado que «la culpa» del cierre de la Central Nuclear de Almaraz es del Gobierno de Pedro Sánchez, a la par que ha planteado que «no es de recibo» que «sometan al apagón nuclear y a la pobreza» a una comarca de la región y que no lo va a permitir.
De esta manera se ha pronunciado durante su intervención en el Foro HOY, que ha protagonizado en Badajoz y donde ha sido interpelada por dicho cierre y si Sánchez le ha contestado a la carta en la que le plantea que si «no reconsidera una bajada de impuestos a las empresas» propietarias de la Central Nuclear de Almaraz, sea el Estado el que explote directamente esta planta para que pueda seguir funcionando.
A este respecto, Guardiola ha matizado que como la comunicación con el presidente del Gobierno que «más le gusta es la epistolar» ha decidido escribir una carta en la que pide «que no mienta, para empezar». «La culpa del cierre de Almaraz es del Gobierno de Sánchez, y es que está acostumbrado siempre a culpar a los demás, cuando no son los jueces, son los periodistas y ahora parece ser que son las empresas», ha resaltado, para reafirmar que lo que le ha pedido es que baje los impuestos porque «las tiene fritas» a los mismos.
Tampoco puede decir Sánchez que «es culpa de las empresas» cuando «les estás obligando a producir a pérdidas». «Y si para él sigue siendo culpa de las empresas, pues siempre queda una opción, oiga, que la gestione el Estado, que es quien tiene competencia en la energía nuclear».
Interpelada por el caso de que en 2028 el Gobierno esté cerrando ya Almaraz y hasta dónde estaría dispuesto a llegar el ejecutivo regional de Guardiola o si llegaría a encadenarse, la presidenta extremeña ha replicado que está «dispuesta a todo» como ya lo ha dicho, y que, en concreto, está «dispuesta a todo» para defender los intereses de Extremadura.
Al mismo tiempo, ha resaltado que ya no es una cuestión ideológica, sino «de sentido común», puesto que «técnicamente» la central de Almaraz es una de las más seguras del mundo, o su central gemela en Estados Unidos ha ampliado su vida útil hasta el 2080.
«¿Por qué Extremadura?», se ha preguntado, para apuntar que ya ha dicho no hace mucho que «hay un voluntario en este cierre» y que empiecen por Cataluña, cuyo gobierno presidido por Salvador Illa está comprometido con la transición energética basada en energías renovables, como así ha señalado en respuesta a la carta enviada por la presidenta de la Junta de Extremadura a Illa, para defender la continuidad de las centrales nucleares.
Y es que, según Guardiola, los extremeños sí quieren la continuidad de Almaraz, mientras que sobre Cataluña y el cierre de centrales nucleares ha agregado que «empiecen por allí».
AMORTIGUAR EL CIERRE
También sobre Almaraz y si nuevos proyectos como los dos grandes campus de centros de datos enfocados en inteligencia artificial del grupo Merlin Properties podrían amortiguar el previsible cierre de la central o si generará empleo suficiente para asentar población en Extremadura, la presidenta extremeña ha reafirmado que «en ningún caso» plantean que proyectos sustituyan a otros, ni que se amortigüe una pérdida de empleo y de riqueza «tan brutal como la que se produciría si el cierre de Almaraz se llevara efecto».
«Por supuesto», trabajan de la mano de las empresas, «poniendo todas las facilidades del mundo» para que todos los proyectos que sean buenos para Extremadura sean una realidad en la región, tras lo que ha incidido en que la forma de hacer política de su ejecutivo es distinta y que no son un gobierno «de fuegos artificiales», ni hacen «grandes anuncios que no estén respaldados, atados y asegurados», porque no les gusta «jugar con las expectativas y los anhelos de los extremeños».
CRÍTICAS AL GOBIERNO DE SÁNCHEZ
Durante su intervención, Guardiola también ha tenido palabras para el PSOE extremeño y Pedro Sánchez, y sobre el primero ha expuesto que la reacción de partidos como el socialista en la región «con las tripas y desde el rencor» no ha estado, en su opinión, «a la altura de la voluntad expresada por los extremeños en las urnas», y que actúan como si la Junta «fuera algo de lo que hubieran sido desposeídos», «como si estuvieran incómodos con la democracia y como si la alternancia no fuera un síntoma de salud ciudadana, sino una especie de infección que tenemos que curar de inmediato».
Ante ello ha sumado que Pedro Sánchez «está haciendo a este país y a nuestras instituciones mucho daño y se lo está haciendo con la complicidad de sus ministros, de sus socios y de sus aplaudidores». «Y no solo lo estamos viviendo, sino que lamentablemente nos va a perseguir durante mucho tiempo. Esta realidad será un peso sobre los hombros de las generaciones futuras», ha remachado, para incidir en que se tiene un país «paralizado, una España perdida en debates fugaces y que está agujereada interesadamente para sacar petróleo electoral».
«El cuestionamiento a los principios básicos de nuestra democracia, por estricto interés personal del señor Sánchez, está llevando a España a su colapso», ha apostillado, para señalar de Sánchez y sus ministros que hablan de ‘lawfare’ o que están haciendo «señalamientos públicos» a periodistas, «líneas que hasta hace muy poquito eran infranqueables para cualquier gobierno». Además, ha agregado que se está viviendo «en un delirio, en una eterna huida hacia adelante» y solo se podrá «recuperar» de esto con una gestión «madura, responsable y útil».
PUIGDEMONT
También sobre Sánchez, ha puesto el acento en que hace una semana se le veía cómo «bajaba la cabeza» ante Carles Puigdemont, y que se ha «normalizado» que el Gobierno Central «esté jugando con el futuro de todos los españoles y negociándolo con un fugado de la Justicia española», tras lo que ha criticado que «es algo que se ha convertido en una inmoralidad y una perversión absoluta del sistema».
Para Guardiola, «el concierto separatista catalán abrió los ojos a una parte importante de extremeños; con esa defensa de los privilegios y de la desigualdad, mucha gente se dio cuenta de que las ansias de poder de Pedro Sánchez no tienen límite» y que «en ningún caso, desde luego, iba a respetar a nuestra región».
Así, «primero fueron los cambios en el Código Penal a la carta, luego los indultos, luego la Ley de amnistía». Una legislatura que «solo es útil para sus socios», mientras que para el resto de ciudadanos son «años perdidos».
«Ahí tenemos el cierre de Almaraz en contra de la tendencia europea, de la tendencia mundial. Y estamos viendo cómo el sanchismo avanza sin sentido, avanza sin escuchar y sin ningún tipo de interés por construir», según la presidenta de la Junta, para quien «lo hace desde el prejuicio, desde el miedo y desde el sometimiento a sus socios» que «son desconcertantes», les importa «muy poquito España» y «aún menos» Extremadura. «Por eso es más importante que nunca que no nos desvíe el ruido de nuestro objetivo, que es Extremadura», ha defendido.