Los temores de la comunidad agropecuaria se han cumplido este viernes 6 pues la Comisión Europea, en nombre de la UE, y los funcionarios representantes del Mercosur han cerrado un nuevo acuerdo respecto al tratado comercial bilateral que une a ambos bloques.

Si los Estados miembro y el Parlamento Europeo lo validan, este acuerdo «acarreará consecuencias de gran calado para la comunidad agropecuaria de toda Europa, además de perjudicar a los 450 millones de consumidores de la Unión Europea», según afirman desde el Copa-Cogeca que ya empieza a hablar de protestas y anuncian un acto simbólico en Bruselas el lunes.

Para la representación agraria europea, «hace años que venimos manifestando nuestra categórica oposición a este acuerdo comercial desfasado y problemático. Entendemos que es necesario que la UE afiance sus relaciones comerciales en el contexto geopolítico actual, pero no a cualquier coste.

El sector agropecuario de la UE es todavía especialmente vulnerable a las concesiones realizadas en el desequilibrado capítulo referente a la agricultura. Los sectores sensibles como el de la carne de vacuno, la carne de ave de corral, el azúcar, el etanol y el arroz se enfrentan a un riesgo considerable de sufrir una saturación del mercado y pérdidas de ingresos debido a la afluencia de productos a bajo coste procedentes de los países del Mercosur. Este tratado comercial agravará la presión económica que ya soportan numerosos agricultores y ganaderos que lidian constantemente con los elevados precios de los insumos y las difíciles condiciones climáticas», aseguran en un comunicado.

«LOS PAÍSES DE MERCOSUR NO HAN DE CUMPLIR LAS NORMAS DE PRODUCCIÓN EUROPEAS NI LAS LABORALES. LA CE ACTÚA DE FORMA INCOHERENTE»

Para el Copa-Cogeca, la realidad es sobrecogedora: «los países del Mercosur no han de cumplir con las normas de producción que se exigen a la agricultura de la UE, ya sea en lo relativo a los productos fitosanitarios, al bienestar animal o a las prácticas sostenibles.

Los países del Mercosur cumplen con normas laborales y de seguridad más laxas, por lo que pueden producir a un menor coste, lo que genera una competencia desleal con respecto a los productores de la UE. La Comisión Europea actúa de forma incoherente. En la legislatura anterior, la Comisión multiplicó las restricciones y normativas aplicables a nuestros productores y ahora, apenas iniciado su segundo mandato, da prioridad a este acuerdo injusto».

El presidente del Copa, Massimiliano Giansanti, ha reaccionado a esta noticia con las siguientes declaraciones: «La Comisión transmite un mensaje harto preocupante a los millones de agricultores y ganaderos de toda Europa antes incluso de haber presentado su “visión para el futuro de la agricultura”.

Esta situación es particularmente preocupante porque nos hallamos en una fase sumamente delicada de recuperación del diálogo entre los productores agrarios y las instituciones europeas. Los Estados miembro y el Parlamento Europeo deben ahora cuestionar los términos de este acuerdo con contundencia y trabajar en aras de una solución que garantice un planteamiento equitativo y equilibrado para proteger el modelo agropecuario de la UE».

Y sin concretar nada, ya se empieza a hablar de protestas y a partir del lunes iniciarán una movilización, además de intercambiar pareceres con los ministros y los eurodiputados y llevar a cabo un acto sorpresivo en Bruselas, frente al Consejo.

El presidente de la Cogeca, Lennart Nilson, ha añadido que «los agricultores y las cooperativas agrarias de la UE no se oponen al comercio, sino que abogan por tratados comerciales equitativos, equilibrados y ambientalmente sostenibles. El tratado entre la UE y el Mercosur en su versión actual no cumple con tales principios y se usa al sector agropecuario como una moneda de cambio en beneficio de otras industrias. Desde la Cogeca también instamos a los Estados miembros de la UE y al Parlamento Europeo a posicionarse rotundamente en contra de este acuerdo».

 

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