La pastoral obrera se suma al dolor de las familias y amigos de las víctimas, se solidarizan con las organizaciones sindicales y exigen el cumplimiento de la normativa en materia de Prevención de Riesgos Laborales por parte de las empresas.
Las delegaciones de Pastoral del Trabajo de las diócesis de Coria-Cáceres, Mérida-Badajoz y Plasencia ha reclamando la puesta en marcha de una plan de choque de prevención laboral para acabar con la «lacra» de la siniestralidad laboral, que se ha cobrado la vida de 23 personas en lo que va de año, más del doble de los 11 registrados en todo 2023.
La pastoral obrera se suma al dolor de las familias y amigos de las víctimas, se solidarizan con las organizaciones sindicales y exigen el cumplimiento de la normativa en materia de Prevención de Riesgos Laborales por parte de las empresas.
«Es necesario acabar con la lacra de la siniestralidad laboral de manera urgente», señalan en un comunicado, en el que reclaman la negociación de un plan de choque, además de los cambios normativos, para «adecuar la legislación en materia preventiva a las nuevas realidades del mundo del trabajo», así como mejorar la gestión preventiva y acabar con la «mercantilización» de los servicios de prevención.
Como «militantes obreros cristianos» manifiestan también que la «gloria de Dios es que el hombre viva», que «el trabajo es para la vida», que «el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social» (san Juan Pablo II, SRS, 14 y CA 39) y que cuando el sistema hace de la persona un instrumento, «esta economía mata», como afirma el Papa Francisco.