El próximo año, las pensiones en España experimentarán un nuevo incremento, beneficiando a más de 10 millones de personas que reciben prestaciones del sistema. Según la normativa establecida por el Gobierno de Pedro Sánchez en 2022, las subidas se basan en el Índice de Precios al Consumo (IPC) dentro de los Presupuestos Generales.
La decisión de ajustar las pensiones tiene como objetivo adaptarlas al aumento del costo de vida, garantizando que los pensionistas mantengan su poder adquisitivo en un contexto económico que demanda atención constante. De acuerdo con datos de la Seguridad Social, actualmente hay un total de 10.101.961 pensiones contributivas abonadas mensualmente en el país.
Para el año 2025, se prevé un aumento del 14,1% en las pensiones no contributivas, así como en el Ingreso Mínimo Vital (IMV), afectando a casi 500.000 personas que no han podido alcanzar los 15 años de cotización requeridos para acceder a la jubilación. Este aumento progresivo, establecido por ley para el período 2024-2027, superará el IPC, especialmente enfocado en ayudar a jubilados con menores recursos económicos.
El incremento para las pensiones más bajas será de 350 euros anuales a partir del 1 de enero de 2025, con las siguientes cifras a considerar: la pensión mínima no contributiva será de 542,85 euros al mes o 7.599,9 euros anuales en 2025, y se elevará a 564,28 euros al mes o 7.900 euros anuales en 2026, y a 592 euros al mes o 8.250 euros anuales en 2027.
Además, se contemplan otros factores que pueden influir en estas ayudas dependiendo del número de convivientes, siendo: 12.326,02 euros con dos convivientes, 17.401,44 euros con tres convivientes, y 22.476,86 euros con cuatro convivientes o más.
Este enfoque progresivo en el ajuste de las pensiones no solo refleja el compromiso del Gobierno con el bienestar de los pensionistas, sino que también destaca la importancia de garantizar un nivel de vida digno para quienes han contribuido a la sociedad a lo largo de sus vidas.
Agencias