Se trata de un programa piloto en colaboración con Aexcid y la ong ASAIS que tuvo lugar durante quince días el pasado verano.

EP – Dos estudiantes de Enfermería y uno de Veterinaria de la Universidad de Extremadura (UEx) han participado en un programa de voluntariado en cooperación internacional en Benín, un país africano situado en el Golfo de Guinea, donde han llevado a cabo trabajos de atención a la población en el terreno dentro del proyecto denominado ‘One Health: Humanos, Animales y Medio Ambiente en un entorno tropical’.

Se trata de una experiencia novedosa, ya que es la primera vez que la universidad extremeña emprende un trabajo de voluntariado para estudiantes a nivel internacional, que ha servido para realizar trabajos de investigación en sus áreas pero también como experiencia personal al alumnado.

Los resultados de este proyecto piloto se han presentado este viernes en el Palacio de la Generala de Cáceres por parte de la vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Movilidad de la UEx, Alicia González, que ha destacado que «es la primera experiencia que se hace de voluntariado en la Universidad de Extremadura y ha sido todo un reto porque hemos tenido que coordinar distintas acciones a través de las facultades» que han participado.

Por su parte, la directora de la Oficina de Cooperación y Acción Social de la UEx, Silvia Román, ha explicado que la idea es que el alumnado pueda intercambiar conocimiento en aquellas realidades y poderse beneficiar mutuamente, «tanto de la parte específica de sus grados, como de acciones de investigación y de asistencia en diferentes contextos».

«La experiencia de voluntariado tiene la parte de aprendizaje del ámbito cultural, la experiencia en sí del conocimiento de esa realidad, pero también tiene la parte de aprendizaje específico de los grados», ha incidido Román, que ha insistido en que los alumnos han aprovechado su estancia para desarrollar investigaciones en sus ámbitos de actuación de mejora de la salud, que ahora podrán aplicar a sus trabajos.

La elección de Benín se ha debido a que este proyecto de voluntariado se ha realizado en colaboración con la ong ASAIS, que ya trabaja en este país africano en proyecto de cooperación desde hace muchos años, por lo que se ha aprovechado su experiencia para implementar este proyecto universitario.

CONOCER LA REALIDAD

«Esa ha sido parte de la garantía de que la realidad a la que se enfrentarían las personas ya era una realidad donde se había estado antes. Se conocía el terreno y en el futuro creemos que lo importante es partir de lugares en los que ya estén trabajando las entidades de cooperación extremeña para hacer allí estas acciones de voluntariado», ha explicado la directora de la oficina.

Entre las actividades que han llevado a cabo los estudiantes voluntarios junto a los profesores que les han acompañado están la prestación de cuidados ambulatorios a pacientes aquejados de diversas patologías, la potabilización del agua de bebida, la desparasitación de los animales en el entorno doméstico, la desinsectación en las áreas más pobladas para reducir la concentración de vectores susceptibles de transmitir enfermedades tropicales, y finalmente, la impartición de charlas formativas orientadas a mejorar la higiene y la salud general de las comunidades.

Por su parte, la directora de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid), Isabel Belloso, ha recordado que este proyecto ha sido financiado por la Junta de Extremadura para «potenciar el voluntariado» para «a partir de esos aprendizajes, escalar y diseñar un programa de voluntariado más amplio».

«La cooperación es un sector, para nosotros, donde estamos viendo que las personas están aprendiendo, se están formando, se está desarrollando talento y un talento con compromiso y con valores. Y es un campo de formación y capacitación muy interesante», ha dicho Belloso, que ha añadido que «invertir en cooperación es invertir en el desarrollo de Extremadura».

EXPERIENCIA ÚNICA

Los tres alumnos que han viajado a Benín este pasado verano coinciden en destacar que ha sido una experiencia enriquecedora. Así lo ha indicado Abril Jiménez, estudiante de Grado de Enfermería en la Facultad de Enfermería y Terapia Ocupacional de Cáceres, que ha asegurado que «ha sido inolvidable y nos ha ayudado mucho tanto en el ámbito profesional como en el personal».

«A nivel personal hemos tenido la oportunidad de ayudar a las personas de la población a la que fuimos y en el profesional también, al estar trabajando con enfermeros y atendiendo a los pacientes nos ha ayudado un montón en la carrera y a practicar», ha explicado esta alumna que ha atendido enfermedades como malaria, tiña o sarna, poco frecuentes en nuestro país.

Miriam Martín, estudiante de Enfermería en el centro universitario de Plasencia que también ha calificado de muy positiva esta experiencia en la que se ha tenido que curar a enfermos con úlceras de Buruli, que son endémicas de la zona. «Aquí en España no están y te tienes que enfrentar a ellas de otra manera porque no estás acostumbrado a verlo», ha explicado.

Álvaro Pérez, estudiante de Veterinaria en Cáceres, ha explicado que su la labor veterinaria que ha realizado allí es de prevención de enfermedades a través de la cloración del agua, también se ha desparasitado a los animales «ya que muchas de las enfermedades que padecen los humanos vienen vehiculadas por los animales», ha explicado.

«Hemos intentado mejorar un poco la calidad de vida de la población local», ha subrayado este futuro veterinario que ha asegurado que, «a nivel personal la experiencia ha sido muy enriquecedora». «Nos hemos enfrentado a una situación diferente a la que estamos acostumbrados aquí en España, hemos salido de la zona de confort por así decirlo, hemos estado en un sitio que es diferente, una cultura totalmente diferente y con unas condiciones que no tienen nada que ver a lo que estamos acostumbrados», ha concluido.