EFE.- Un total de 346.000 personas se encontraban en riesgo de pobreza y/o exclusión social en Extremadura en 2023, el 32,8 % de la población, lo que supone tres puntos menos que el año anterior.
Esto supone, según los datos del último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) de España, que 45.000 extremeños han salido de esa situación de vulnerabilidad.
Extremadura se sitúa con el tercer peor porcentaje a nivel nacional después de Andalucía (37,5 %) y Canarias (33,8 %), mientras que la media española está en el 26,5 %.
La pobreza severa
El 27,6 % de la población de la región sufre pobreza y el 10,2 % de forma severa (108.000 personas), un dato este que no ha variado respecto al informe de 2022.
La pobreza severa, que en España se ha situado en el 8,3 %, ha caído en Extremadura un 1,6 desde el 2015 y un 0,5 desde el 2008.
El 39,8 % de las pensiones se sitúan en la región por debajo del umbral de pobreza y el 13,3 % del de pobreza severa.
Las privaciones materiales
La privación o carencia material social y severa afecta al 8 % de la población extremeña (84.000 personas), 1,7 puntos menos que en 2022. La privación material severa al 8,3 %.
Aquí se tiene en cuenta si no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días, mantener la vivienda con una temperatura adecuada, incapacidad para afrontar gastos imprevistos, retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal, no poder permitirse disponer de un automóvil y tener dos pares de zapatos en buenas condiciones, entre otros criterios.
La tasa de personas en hogares con baja intensidad de empleo es del 11,1 % en Extremadura.
La renta media
La renta media por persona se ha situado en la región en 11.363 euros, la segunda más baja de España, 1.230 más que en 2022, lo que supone un incremento del 12,1 %.
Ha crecido en 2.893 euros respecto al 2015, un 34,2 % más.
A nivel nacional es de 14.082 euros, un 12,1 % más que el año anterior y un 35,2 % más que en 2015.
Extremadura tiene el porcentaje más bajo (3,2 %) de personas con las rentas más altas, que según este informe son las que tienen ingresos superiores a 35.878 euros por unidad de consumo.
Un 11, 9 % de la población extremeña no supera los 8.081 euros de renta.
Las transferencias del Estado
Según este informe, las transferencias del Estado, sin tener en cuenta las pensiones, reducen entre un 27 % el valor que tendría la tasa de pobreza si no existiera esta financiación.
En el caso de que no interviniera el Estado y no transfiriera ningún recurso a las familias, ni siquiera las pensiones, la tasa de pobreza subiría en Extremadura al 48 %.
El estudio considera que “el territorio es una significativa fuente de desigualdad y la cohesión territorial debería ser, no solo desde un punto de vista formal, un importante objetivo político”.
Al igual que otros años, se mantiene una “gran asimetría territorial” que se refleja en la práctica totalidad de los indicadores que se utilizan para medir la pobreza, la exclusión y la vulnerabilidad.
“Las diferencias entre regiones son evidentes y de carácter estructural, mantenido en el tiempo, lo que sugiere que las crisis nunca fueron factores decisivos”, advierte.