Extremadura será nuevamente un territorio privilegiado para observar el paso de un cometa. Es el caso del denominado ‘C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS’, cuya luminosidad permitirá verlo a simple vista en este mes de octubre y que invita desde ya a “mirar más el firmamento y menos el ombligo”.

Aunque ha sido catalogado como el ‘cometa del siglo’ por su fácil visualizacion debido a su larga y brillante cola, el divulgador extremeño en astronomía José Guijarro prefiere ser cauto. “Quién sabe si a corto o medio plazo descubren otro igual o aún más brillante”.

De momento, según ha afirmado a EFE José Luis Quiñones, fundador y director del complejo astroturístico ‘Entre Encinas y Estrellas’, primer complejo astronómico de Observatorios Hosting de Europa, “las expectativas son muy altas”.

“Si es del siglo o no, aún no lo sabemos, pues es un fenómeno que es impredecible ahora mismo”, sostiene Quiñones. En su opinión, la clave está en si sobrevivirá o no a la radiación del sol, pues también podría desintegrarse, como también advierte Guijarro.

“El cometa del siglo”

Este cometa, como la inmensa mayoría, está compuesto por roca, hielo y gases. Al acercarse al sol, sus materiales y gases se calientan y generan vapor en su trayectoria, “que es la cola que vemos”, ha apuntado Guijarro.

Dada la velocidad que presenta el cometa en su trayectoria, las posibilidades de que “aguante” son elevadas, lo que permitirá “ver una cola majestuosa”.

Si bien es cierto que el cometa ha podido ser observado desde finales de septiembre al amanecer, justo antes de salir el sol, en la franja del 12 al 18 de octubre estará más cerca de la Tierra. Podrá verse al finalizar y mirando hacia el ocaso del sol -oeste-, muy cerca del horizonte.

“Cada día que pase, lo iremos viendo un poquito más alto” sobre la línea del horizonte, la cual suele presentar siempre contaminación lumínica y una atmósfera más densa, ha expuesto Guijarro, miembro de la asociación ‘Astroturismo por Extremadura’.

Su complicado nombre, ‘C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS’, responde a una serie de informaciones propias a su identificación. La letra ‘C’ significa que no es un cometa periódico o su periodo de paso es incalculable.

Denominación

“Si pasa ahora, es posible que no vuelva a pasar nunca más, no como otros, como el Halley, que sí son periódicos”, ha detallado Guijarro. El cometa ‘C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS’ procede de los límites del sistema solar, conocida como ‘Nube de Oort’, y presenta una órbita muy elíptica.

El número ‘2023’ refleja el año en el que fue descubierto y el binomio ‘A3’ responde a que dicho hallazgo se produjo en la primera quincena de enero (A) y que fue el tercero (3) que fue avistado en esos primeros quince días.

La calificación de ‘Tsuchinshan-ATLAS’ hace referencia al observatorio chino que lo descubrió. Luego fue confirmado por el Observatorio Astronómico Sudafricano, uno de los tres que conforman el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides.

Hasta las instalaciones de Quiñones, ubicadas en Fregenal de la Sierra (Badajoz), ya se han desplazado astrónomos procedentes de otros lugares de España, así como de Francia, Reino Unido y Alemania. Extremadura ofrece unas condiciones muy favorables para la observación astronómica.

La humanidad siempre ha mirado al cielo y su actividad estuvo marcada por la astronomía. En el siglo XVII, tal como afirma Quiñones, los astrónomos eran “los influencers” de ahora. Su visión e interpretación del cielo marcaba el devenir de muchas cosas y decisiones.

En su opinión, el paso de este cometa no viene mal para mirar más hacia el cielo y “mirarnos menos el ombligo”. Solo así “descubriremos dónde estamos, quiénes somos y qué lugar o papel ocupamos aquí”.