El proyecto del gobierno regional de Extremadura ofrece subvenciones a quienes acepten mudarse al Valle de Ambroz y trabajar desde allí durante al menos 24 meses

Juan Manuel Godoy – En el corazón de la Extremadura , entre montañas y ríos cristalinos, existe un rincón que busca renacer. El Valle de Ambroz lanza un atractivo programa para atraer a profesionales remotos dispuestos a disfrutar de la tranquilidad de sus paisajes y su vibrante cultura.

La iniciativa “Vive en Ambroz” ofrece un incentivo económico de hasta 16.620 dólares (más de 15.000 euros)para aquellos que decidan mudarse a esta región y teletrabajar desde allí al menos durante dos años.

La idea es simple pero ambiciosa: combatir la despoblación rural, uno de los problemas más acuciantes de la llamada “España vacía”. Zonas de espectacular belleza natural y gran riqueza cultural han visto cómo sus habitantes, sobre todo los más jóvenes, emigran hacia las grandes ciudades en busca de oportunidades laborales.

Pero el auge del trabajo remoto a raíz de la pandemia del COVID-19 ha abierto nuevas puertas para localidades como Ambroz, que ahora quieren convertirse en el hogar de nómadas digitales y emprendedores de todo el mundo.

La propuesta es seductora para quienes sueñan con vivir en un entorno tranquilo y a la vez conectarse con comunidades locales ricas en historia, tradición y belleza natural.

A menos de tres horas de Madrid, el Valle de Ambroz se presenta como una alternativa perfecta para una vida más asequible y en contacto directo con la naturaleza, sin renunciar a las ventajas de la conectividad global.

Una región que busca renacer

El programa “Vive en Ambroz”, promovido por el gobierno regional de Extremadura, es parte de un esfuerzo por revitalizar zonas rurales con bajo índice de población. La Extremadura, una de las regiones menos densamente pobladas de España, ha sufrido durante décadas la emigración de sus habitantes hacia áreas urbanas. Con esta propuesta, espera atraer hasta 200 trabajadores remotos, ofreciendo subvenciones para facilitar su mudanza y asentamiento en la región.

Los fondos, que superan los 15.000 euros, pueden utilizarse para alquilar una vivienda, adquirir tierras de cultivo u otros recursos que permitan a los nuevos habitantes establecerse y trabajar virtualmente desde allí. Además, el gobierno espera que esta migración digital traiga consigo nuevas ideas y talentos que ayuden a dinamizar la economía local y estrechar lazos entre los recién llegados y los habitantes de siempre.

Prithwiraj Choudhury, profesor de la Harvard Business School, explica en Fox News Digital que “cuando los nómadas digitales pasan tiempo en una comunidad, aportan consumo y crean conexiones valiosas con los locales, y ello puede impulsar nuevas oportunidades de negocio y compartir conocimientos”. Para Choudhury, la llegada de estos trabajadores no solo trae beneficios económicos sino que también puede contribuir a diversificar la cultura local y ofrecer nuevas perspectivas a comunidades que han permanecido aisladas durante mucho tiempo.

Cómo es Ambroz

El Valle de Ambroz, enclavado en el centro-oeste de la Península Ibérica, es un oasis de paz y belleza natural. Conformado por un conjunto de pequeños pueblos, entre los que destaca Hervás, su mayor localidad con apenas 3.907 habitantes, ofrece paisajes de montaña, bosques de robles y castaños, y una arquitectura que aún conserva vestigios de su pasado medieval y judío.

La vida aquí transcurre en un ritmo muy diferente al de las grandes urbes. Pasear por las calles de sus pueblos es un viaje en el tiempo; se pueden encontrar tabernas que ofrecen vino de la región, mercados de productos artesanales y una comunidad que vive en íntimo contacto con su entorno.

La gastronomía, basada en productos locales como los embutidos, las setas y la miel, ofrece una experiencia culinaria que combina la tradición con el sabor de la tierra.

La naturaleza es otro de los grandes atractivos de Ambroz. Rodeado de montañas y valles, el área cuenta con senderos para caminatas, rutas para ciclistas y espacios ideales para el turismo rural y la observación de aves. Para muchos, la posibilidad de vivir y trabajar en un entorno así, con todas las comodidades de la vida moderna y una conexión a internet estable, es un sueño hecho realidad.

La España vacía: un problema y una oportunidad

La despoblación rural en España ha hecho que regiones enteras enfrenten un envejecimiento de su población y una pérdida de servicios básicos. Sin embargo, el auge del trabajo remoto permite compensar ese fenómeno a la vez que ofrece oportunidades a profesionales jóvenes que deseen escapar de los altos costos de vida en las ciudades.

Es el caso por ejemplo de Dave Williams, un empresario estadounidense que decidió mudarse a Portugal en 2017 y fundó NomadX, una empresa que conecta a nómadas digitales con comunidades locales. “Es un concepto de ‘geo arbitraje’: puedes llevar tu salario o ingresos y vivir en un país donde todo es más barato”, explica Williams. “El costo de vida es la mitad o menos de lo que se paga en Estados Unidos”.

Para Williams, la experiencia de mudarse a una comunidad más pequeña no solo le permitió ahorra en gastos, sino también experimentar un estilo de vida más relajado y sostenible. “Al vivir en un nuevo entorno, se te abren nuevas perspectivas y oportunidades que no habrías imaginado si te hubieras quedado en el mismo lugar de siempre”, dice.

Un fenómeno global: la carrera por atraer nómadas digitales

El Valle de Ambroz no es el único lugar que busca atraer a trabajadores remotos con incentivos económicos. Desde que la pandemia modificó la forma de trabajar y vivir, más de 60 países han lanzado visas especiales para nómadas digitales. En Italia, Suiza, Irlanda y Chile, entre otros, se han implementado programas que ofrecen facilidades para estos migrantes.

Chile, por ejemplo, cuenta desde hace más de una década con “Start-Up Chile”, un programa que ofrece visas de un año y hasta 20.000 dólares en capital sin intereses para emprendedores extranjeros que decidan establecer sus empresas en el país. En Madeira, Portugal, incluso se ha creado una “aldea de nómadas digitales”, convirtiendo a esta isla atlántica en un destino de referencia para profesionales remotos.

Extremadura apuesta por sumarse a esta tendencia global con “Vive en Ambroz”, buscando revitalizar sus pueblos con nuevas voces, culturas y talentos que aporten a la riqueza de una región que quiere volver a florecer.

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