El 67 por ciento de la población de Extremadura respiró en 2023 aire contaminado por encima de los nuevos límites legales aprobados para 2030 por el Parlamento Europeo, según el informe ‘La calidad del aire en el Estado español’ de Ecologistas en Acción.
Así, en el segundo año más cálido desde 1961, se produjeron en la región varios episodios de contaminación por partículas y por ozono, presentando las peores situaciones por estos contaminantes las ciudades de Cáceres y Badajoz y la Extremadura Rural.
De igual modo, el área urbana de Badajoz excedió la recomendación de la OMS para el dióxido de nitrógeno, según Ecologistas en Acción, que lamenta que esta ciudad, Cáceres y Mérida «no han implantado las obligadas zonas de bajas emisiones, vencido hace año y medio el plazo legal para ello».
El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos en 785 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas 10 situadas en Extremadura.
Entre sus principales conclusiones, destacan que durante 2023 la calidad del aire en Extremadura ha mejorado respecto a los años 2022 y anteriores a la pandemia, con una reducción significativa de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono, en porcentajes superiores al 20 por ciento respecto a los promedios del periodo 2012-2019, pero aumentando un 6 por ciento los niveles de las partículas finas (PM2,5).
El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los nuevos valores límite aprobados por el Parlamento Europeo el pasado 26 de abril, que deberán alcanzarse antes de 2030. De acuerdo a esos umbrales, el aire contaminado afectó en 2023 a dos terceras partes de la población extremeña, lo que expresa la «magnitud» del reto a asumir por las administraciones en los próximos años para alinearse con la nueva legislación, indica el colectivo.
Considerando la normativa todavía vigente, no hubo población que respirara aire contaminado por encima de los «obsoletos» límites legales actuales. Si bien los niveles de ozono excedieron el objetivo legal para la protección de la vegetación en el municipio de Cáceres y la Extremadura rural, con 40.000 kilómetros cuadrados, el 95 por ciento del territorio regional.
Y si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), «mucho más estrictos» que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado afectó en 2023 a la «totalidad» de la población y el territorio extremeños, explica en nota de prensa Ecologistas en Acción.
DATOS NACIONALES
A nivel nacional, por su parte, un total de 2,9 millones de españoles respiraron en 2023 aire contaminado por encima de los límite fijados en la actualidad, según el informe. Esto equivale a un 6% de la población total, repartidas entre Canarias, la Comunidad de Madrid, el interior de Cataluña y Villanueva del Arzobispo (Jaén).
Sin embargo, la organización considera «obsoletos» estos límites, y eleva a 33 millones las personas en España que respiran aire contaminado teniendo en cuenta los límites de cumplimiento a partir de 2030 aprobados por el Parlamento Europeo.
Además, si se toman como referencia los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aire contaminado afectó en 2023 a toda la población española y a 454.000 kilómetros cuadrados, el 90 por ciento del territorio.
La organización analiza los datos recogidos en 785 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas las de los principales aeropuertos y puertos estatales.
Con estas mediciones, estudia las partículas PM10 y PM2.5 y el dióxido de nitrógeno según sus valores diarios (es decir, el número de días durante el año en que se han superado los 50 microgramos por metro cúbido de aire (mcg/m3) en el caso de las PM10 y los 15 mcg/m3 en el caso de las PM2.5), así como sus medias anuales.
En lo que respecta al ozono, recoge su valor octohorario (número de días durante el año en que se ha superado el valor medio de 120 mcg/m3 (legal) o 100 mcg/m3 (OMS) durante períodos de ocho horas) y el ‘AOT40 mayo-julio’ (es decir, la suma de la diferencia entre las concentraciones horarias superiores a los 80 microgramos por metro cúbido de aire (mcg/m3) entre las 8:00 y las 20:00 horas del 1 de mayo al 31 de julio) .
MEJORA LA CALIDAD DEL AIRE
Aún así, la investigación puntualiza que la calidad del aire en España ha mejorado con respecto a años anteriores. Concretamente, se observa una reducción significativa de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2.5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico en porcentajes que oscilan entre el 7% y el 31% respecto a los promedios del periodo 2012-2019.
Según Ecologistas en Acción, el factor esencial para explicar la caída de la contaminación atmosférica durante 2023 es la evolución de la actividad económica tras la pandemia de la Covid–19. En este sentido, indican que el consumo de combustibles fósiles y electricidad se redujo el año pasado y las fuentes renovables cubrieron más de la mitad de la demanda eléctrica.
Por zonas, la principal fuente de contaminación en las áreas urbanas es el tráfico motorizado. En este sentido, señalan que las principales áreas urbanas españolas incumplieron el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno (NO2), el contaminante más relacionado con el tráfico, y puntualizan que solo una veintena de ciudades han implantado las preceptivas zonas de bajas emisiones. Asimismo, también recuerdan que no se han dotado de protocolos de actuación frente a los episodios de mala calidad del aire.
Por tipos, la investigación recoge que las partículas (PM10 y PM2.5) y el dióxido de nitrógeno en el aire siguieron afectando a la práctica totalidad de la población española. En especial, las partículas PM10 presentaron en Canarias la peor situación del Estado. Además, las principales áreas urbanas superaron el nuevo límite legal anual aprobado para 2030, si bien Barcelona y Madrid cumplieron el «obsoleto» límite legal anual del NO2 por primera vez desde su entrada en vigor en 2010.
Asimismo, Ecologistas en Acción considera que la contaminación del aire debería abordarse como un «problema sanitario de primer orden». Según la organización, la crisis del Covid-19 ha demostrado que la reducción estructural del transporte y la descarbonización de la industria y los edificios son «las mejores herramientas» para mejorar la calidad del aire.
A su juicio, la caída de la contaminación en 2023 no debe hacer olvidar a la sociedad que España está todavía lejos de una situación sanitariamente aceptable, con arreglo a las directrices de la OMS y también a los nuevos límites legales a alcanzar antes de 2030.
En este sentido, recuerda que los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero una decena de Comunidades Autónomas siguen «incumpliendo» su obligación de elaborarlos para rebajar el ozono en las zonas donde se exceden los objetivos legales. A instancias de Ecologistas en Acción, los tribunales de justicia han obligado a aprobarlos a los gobiernos de Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra.
Asimismo, defiende que la única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio.
A su vez, también considera necesario promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión, acelerar el área de control de las emisiones del transporte marítimo del Mar Mediterráneo, y una moratoria de las nuevas macrogranjas ganaderas.