Solo el 16% de los casos se denuncian y el 80% requiere apoyo psicológico
Extremadura Entiende ha atendido en los primeros cuatro meses de este año a un total de 25 víctimas de LGTBIfobia en toda la región, de las que el 32% recibieron amenazas; el 24%, insultos; el 20% sufrieron agresión física, y una persona fue víctima de agresión sexual. De los datos ofrecidos por la entidad se desprende que solo el 16% de las personas que sufren un delito de odio lo denuncia ante el juzgado, mientras que el 80% necesita apoyo psicológico.
Son datos ofrecidos este jueves por la representante institucional de Extremadura Entiende, Sisi Cáceres Rojo, en una rueda de prensa en el centro municipal LGTBI de la capital cacereña en la que ha estado acompañada por la psicóloga y sexóloga Flor Mirón, y Noelia González, víctima de LGTBIfobia.
De las 25 personas que han acudido durante estos cuatro meses a la Oficina de Atención Integral de Extremadura Entiende, el 32% tiene entre 18 y 25 años, lo que supone un repunte de atención a personas jóvenes, que puede deberse a que «están más sensibilizados a la hora de denunciar posibles situaciones de discriminación, la gente joven está más preparada, y tiene mayores niveles de inteligencia emocional a la hora de poder percibir sus necesidades y pedir ayuda».
En cuanto a la identidad de las personas que han acudido a la oficina, el 72% de las personas son mujeres, de las cuales el 64 por ciento son mujeres cis y un 8 por ciento mujeres trans. Y en cuanto a los hombres, hay un 28%, de los cuales el 24% se identifican como hombres cis y un 4% como hombres trans.
Respecto a las orientaciones sexuales, el 48% de las personas que acuden a la oficina son bisexuales, seguido de hombres gays y, por último, de mujeres lesbianas. Sobre la nacionalidad, el 88% son de nacionalidad española y el resto es de distintos países de Latinoamericana.
Según ha apuntado Sisi Cáceres, el nivel de estudio arroja que el 56% de las personas que han pedido ayuda tienen una FP superior o estudios universitarios, y en cuanto a los municipios de residencia de las personas seis personas residen en Cáceres, siete personas en Mérida, una persona de Badajoz y el resto se dividen entre pueblos de las dos provincias.
«Las personas que acuden a la oficina principalmente son de las grandes poblaciones, lo que significa que las personas de los pueblos están teniendo dificultades para llegar a la oficina», ha explicado Cáceres, que ha indicado que se facilita también la atención online para quien tenga problemas de desplazamiento.
EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Sisi Cáceres ha lamentado el incremento que está habiendo en los discursos de odio que, en muchos casos, se producen en el ámbito familiar, «algo que creemos que es muy grave», ha recalcado. «Muchas veces pensamos que el enemigo está fuera y sin embargo la familia, que es el núcleo desde donde te puedes desarrollar de forma integral y de forma sana, es la que te impide ese desarrollo», se ha lamentado.
En la Oficina de Atención Integral de Extremadura Entiende se ofrecen servicios de información, de prevención, de difusión y apoyo psicológico, porque el 80% de las víctimas lo requieren, según ha destacado la psicóloga y sexóloga Flor Mirón, que ha aclarado que, en muchos casos, la discriminación se ha sufrido hace años pero aflora en un momento determinado, y es entonces cuando se requiere de esa ayuda psicológica.
«Las atenciones que se dan en la oficina no se producen sólo en el momento porque me hayan insultado por la calle o porque mi madre no me acepte como soy, sino que muchas veces vienen de experiencias vividas años atrás, y eso es relevante también en los procesos de autoaceptación y de superar esa LGTBIfobia interna que tenemos muchas veces las personas y las mujeres del colectivo, principalmente por esa culpabilidad de no cumplir con lo que se nos presupone que tenemos que hacer como mujeres», ha explicado Sisi Cáceres.
INFRADENUNCIAS
A pesar de este trabajo de concienciación, los datos sobre denuncias son «muy bajos», ya que de las personas que han acudido a la oficina un 84% no han presentado denuncias, o lo que es lo mismo solo un 16% ha presentado denuncias.
Para aumentar estas cifras se colabora con diferentes colectivos como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los sindicatos, los centros educativos, ayuntamientos etc, porque, «en muchas ocasiones, lo que nos trasladan las víctimas es que no creen en el sistema, que les va a fallar y que no va a servir para nada la denuncia».
«Nosotras estamos trabajando en distintos colectivos para animar a las personas que tengan algún tipo de violencia a que denuncien porque así es como realmente luego podemos hacer intervenciones y favorecer esa transformación social que va a evitar esas discriminaciones», ha resaltado la responsable de Extremadura Entiende.
Eso fue precisamente lo que le pasó a Noelia González, una víctima de LGTBIfobia que, durante dos años, sufrió agresiones verbales y amenazas en la puerta de su casa de Los Santos de Maimona por parte de un grupo de chavales menores de edad que se concentraban «todos los viernes y sábados por la noche» para insultarla con palos y piedras que lanzaban sobre su vivienda.
Noelia denunció pero a los tres meses se retiró la denuncia por falta de pruebas y después se puso el caso en manos de una unidad especializada de la Guardia Civil que hizo algunas actuaciones y cejaron los insultos y las amenazas de estos menores, pero «nunca me pidieron perdón», ha dicho González, que tuvo que abandonar su casa durante un tiempo.
EP