Es la denuncia que hace la ONG Educa con motivo de la publicación de la Encuesta de Condiciones de Vida. Son más de 556.000 niños y niñas que por el aumento de los precios, no comen proteína suficiente y están en riesgo de malnutrición. La pobreza infantil es la que más ha aumentado en el último año.
Las familias más vulnerables son las más perjudicadas por el incremento de los precios, sobre todo el de los alimentos. Los hogares tienen que ajustar sus bolsillos como pueden para cubrir necesidades básicas como es comer pero a veces no es suficiente. Muchos sueldos no llegan al nivel que crecen los precios y hacen que muchos productos se vuelvan cada vez menos habituales en nuestras cestas de la compra. Más de 556.000 niños, niñas y adolescentes, casi el 7% de la población de menos de 18 años, han tenido dificultad para comer carne, pescado, pollo o proteínas similares cada dos días desde 2004.
«El aumento del precio de la cesta de la compra afecta muy especialmente a las familias más vulnerables, que tienen que ajustar su escaso presupuesto y cambiar el menú para poder alimentarse, aunque no de la mejor manera. Es una situación muy preocupante ante la cual no se están tomando las medidas necesarias y que, si sigue así, tendrá consecuencias no solo en la salud de la infancia, sino también en su educación y bienestar» declara Macarena Céspedes, directora de Incidencia de Educo.
Los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE reflejan un incremento del 8% en los ingresos de las familias, pero este no se traduce en una mejoría de las condiciones de vida. «Este empeoramiento se debe a los gastos que tienen que afrontar las familias. Por supuesto, los alimentos, los precios que aumentan, pero sobre todo aquello que está relacionado con la vivienda, tanto en el acceso como en el mantenimiento de la misma» expone Thomas Ubrich, sociólogo del equipo de Estudios de Cáritas Española.
Uno de cada cinco niños y niñas viven en hogares que no pueden mantenerse a una temperatura adecuada, ni en invierno ni en verano. «Estamos dejando de lado a una generación de niños y niñas. Esto no solo tendrá consecuencias negativas en el futuro, tanto a nivel psicosocial como de formación o de salud, sino que ya las está teniendo en el presente. Ya lo están viviendo. Si necesitan Internet para estudiar, no lo pueden tener porque sus familias no lo pueden pagar. O no comen todo lo bien que deberían y acaban teniendo problemas de sobrepeso.
Son ejemplos reales de lo que vemos en nuestros proyectos. Por eso, una vez más, exigimos a las administraciones públicas medidas rápidas, eficaces y concretas que pongan a la infancia en el centro. España no puede seguir por más tiempo en lo más alto del ranking de la pobreza infantil en Europa» recalca Macarena Céspedes desde Educo.
Además cae la capacidad de los hogares para afrontar gastos imprevistos. Un 37% no tuvo capacidad para hacerlos frente en 2023. En este sentido, desde Cáritas creen que es importante que las administraciones públicas garanticen el derecho a un nivel de vida adecuado apoyando no solo los ingresos sino también los gastos de las familias «en concreto el acceso y mantenimiento de la vivienda».
Esto nos demuestra la gran precariedad que sufren cada vez más familias, sobre todo aquellas que tienen niños, niñas y adolescentes a cargo. Los niveles de pobreza en estas familias no se habían visto desde el año 2014
Save the Children lamenta que la pobreza infantil pase en un año del 27,8% al 28,9%. La tasa de pobreza infantil es 8,7 puntos mayor que la de la población general, «la mayor brecha de toda la serie histórica».
En este sentido, resalta que 979.493 niños, niñas y adolescentes carecen de los bienes y servicios básicos para mantener unas condiciones de vida dignas. «Todos estos datos ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir la desigualdad a la que hacen frente las familias más vulnerables, así como de evitar que hacer frente a la crianza de niños y niñas se convierta en un factor de empobrecimiento en nuestro país.
Es importante poner el foco en políticas que rompan el círculo de transmisión de la pobreza que, en 4 de cada 5 casos, se reproduce de generación en generación» detalla Catalina Perazzo, directora de Incidencia Social y Política de Save the Children.
Desde Unicef España ven con preocupación los datos que ha hecho hoy públicos Estadística. Más de un tercio de los niños que vive en nuestro país se encuentra en una situación de pobreza o exclusión social.
Creemos que se puede ser más ambicioso en las políticas públicas que lo abordan
Gabriel González, Especialista en Políticas de Infancia de UNICEF Comité Español cree que la pobreza infantil es un problema estructural que se intensifica con las crisis pero no se consigue reducir en momentos de bonanza económica.
ondacero.es