1. ¿Quién es Jesús María González Iglesias, cómo te definirías?
Soy un ribereño muy amante de su pueblo. Tanto mi esposa como yo, decidimos quedarnos a residir aquí. Por tanto me siento muy vinculado a su naturaleza, a sus monumentos, al recuerdo de sus eras y sus trillos, de aquellas mulas que tiraban de carros y arados, del chorro permanente de “La Pesquera”, de sus calles en las que tantos niños de mi generación transitamos y jugamos y de tantos y tantos recuerdos de infancia y juventud que me marcaron.
He sido siempre una persona bastante inquieta, me ha gustado afrontar retos distintos que he considerado que podía asumir con la debida responsabilidad; he intentado huir de la monotonía.
2. ¿Cómo fue el estudiar derecho y no otra especialidad o profesión? ¿Siempre lo tuviste claro?
Mi vocación, desde 7º de EGB y durante todo el bachillerato, fue estudiar historia que es una de mis pasiones. Lo descubrí con la maestra Doña Carmen Julián. Pero estudiando COU, el profesor de Historia, precisamente, me convenció para que estudiase Derecho. Aquella conversación de diez minutos cambió mi vida y todo lo que vino después.
3. ¿Cuál ha sido tu trayectoria?, sé que has pasado por Zafra, Mérida…
Después de varios años de abogado y empresario, llegados los cuarenta años empecé a pensar más con la cabeza que con el corazón y quise relanzar mi carrera dentro del mundo del Derecho, pero esta vez del lado de los tribunales. Y así en 2006 comencé mi trayectoria en el Ministerio de Justicia. Aprobé en 2007-2008 las oposiciones de Auxilio judicial y Gestión Procesal. Como consecuencia, estuve destinado en Guillena y Minas de Riotinto hasta 2011. En 2011 me llamaron para Secretario Judicial sustituto en Mérida. Aprobé las oposiciones de Secretario Judicial en 2012 que era el objetivo que quería conseguir. A partir de ahí, he estado en Zafra, Mérida, Almendralejo, otra vez Mérida y finalmente Badajoz, desde septiembre de 2022.
4. Éste nuevo traslado se debe a un ascenso, petición tuya…
El puesto de Director es de libre designación a propuesta del Secretario de Gobierno, que es nuestro jefe a nivel regional. Finalmente te nombra el Ministerio de Justicia. Para ello se debe cumplir un perfil técnico y responsabilidad que hayas acreditado. Me lo ofrecieron nada más llegar a Badajoz y, como me gustan los retos nuevos, ya lo dije, acepté. Finalmente el 2 de noviembre pasado entró en funcionamiento la nueva oficina judicial de Badajoz, tomando posesión como Director del Servicio Común Procesal General, que es como se denomina el puesto.
5. ¿Qué cambia ahora en tu día a día la dedicación como Director de la Oficina Judicial?
Pues ahora tengo que afrontar el cumplimiento de mis responsabilidades: Asistir, de forma centralizada, a la Audiencia Provincial de Badajoz y resto de juzgados en grabaciones de juicios y comparecencias, recepcionar demandas y escritos y proceder al reparto, coordinar todo el trabajo en comunicaciones judiciales, gestionar los archivos judiciales y piezas de convicción, asumir la gestión de los asuntos propios del Decanato de Badajoz, la secretaria de la Junta Electoral de Zona de Badajoz, etc. Para todo ello forman parte del servicio que dirijo 77 personas.
6. ¿Qué dejas atrás y qué objetivos son los que te marcas en un futuro más inmediato?
Dejo atrás, profesionalmente, la tranquilidad que me hubiese dado continuar en cualquier puesto similar a los que he tenido. Pero, a cambio, tengo la labor de poner en marcha la sala de máquinas de toda la oficina judicial de Badajoz y su partido. Este es el reto a medio-corto plazo y lo que realmente me ocupa y me ilusiona.
7.- Cuéntanos algo sobre la huelga de Letrados de la Administración de Justicia de este año.
La huelga desarrollada este año fue un reto que asumimos los Letrados de la Administración de Justicia, (ahora nos llamamos así), en reivindicación de derechos reconocidos pero no concedidos por las distintas Administraciones anteriores. No fue sólo una reivindicación salarial, sino también de otros derechos profesionales. Al final no conseguimos todos lo que perseguimos pero no hubo más remedio que poner fin a aquello, tanto por un lado como por el otro.
8. A tus 58 años, creo has tocado todos los palos ¿algún palo por tocar que yo no sepa y te haría ilusión?
Aparte de lo que he dicho anteriormente y lo que pueda devenir profesionalmente en el futuro, cuando llegue el momento de mi jubilación o al menos se vaya acercando, me gustaría dedicar parte del tiempo que tendré libre a participar en cuestiones que afecten a nuestro pueblo y nuestra comunidad, su patrimonio histórico, natural, cultural, etc. Es el gusanillo que llevo dentro.
9. En lo personal, ¿Qué hobbys tienes?, o cómo diría Perales, ¿a qué dedicas el tiempo libre?
Me gusta la lectura, sobre todo ensayos históricos y políticos. En literatura, prefiero a los clásicos. Me gusta caminar. A espárragos voy, aunque con escaso éxito. Y, por último, no descarto ver fútbol o baloncesto cuando puedo. ¡Ah! y la cocina, pero eso sí, la tradicional.