El Museo de Cáceres ya exhibe en sus salas ‘Altar’, el cuadro del pintor extremeño Eugenio Hermoso, una pintura propia del patrimonio cultural extremeño prácticamente desconocida, ahora recuperada para su exhibición.
Esta pieza, procedente de los fondos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, ha ingresado en el centro cacereño en calidad de depósito para formar parte de su exposición permanente.
El secretario general de Cultura, Francisco Palomino, ha sido el encargado de presentar esta mañana a la prensa este cuadro junto al director del Museo de Cáceres, Francisco Cerezo.
En su presentación, Francisco Palomino ha destacado que el depósito de esta obra es fruto de la colaboración interinstitucional entre el Museo de Cáceres, la Junta de Extremadura y el Ministerio de Cultura y Deporte, a través del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Esta colaboración entre instituciones se incardina dentro de esa búsqueda que está haciendo el Museo de Cáceres de aquellos activos culturales que están fuera de la región para intentar recuperarlos y exponerlos en Extremadura, según ha añadido el director del museo, Francisco Cerezo.
En este sentido, el equipo del Museo de Cáceres valoró la importancia que significaba contar con esta obra, no sólo para el museo sino también para el patrimonio cultural extremeño.
Como parte de esa búsqueda de obras de artistas extremeños, desde el museo también se trabaja la idea de recuperar obras que tengan sentido para el nuevo programa museográfico del Museo de Cáceres.
Una obra, ha explicado Cerezo, que se expone por primera vez al público desde que se exhibiera allá por los años 1948-1950 en el Museo de Arte Moderno, tras ganar la medalla de honor del Certamen Nacional de Bellas Artes.
‘Altar’ pasó a formar parte de los fondos de aquel centro, que con el tiempo se convertiría en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Se trata de un óleo sobre lienzo de gran formato (205 x 208cm) fechado en 1947.
La obra refleja una escena de trabajo agrícola en la que, como es habitual en el trabajo de Hermoso, la mujer ocupa un papel principal. Este formato cuadrado es de los más complicados dentro de la pintura para encajar una escena en perspectiva, según ha explicado Cerezo.
Con el título ‘Altar’, Hermoso resignifica el duro trabajo de las tareas del campo, dotándolo de una cualidad religiosa. Las labores agrícolas aparecen aquí equiparadas, a través de un ejercicio semántico, con un acto místico, en el que el mundo rural se presenta pleno de dignidad y trascendencia