Portugal cerrará fronteras a partir del 22 de julio y repondrá el control documental para entrar en su territorio debido a la visita del Papa Francisco
Portugal va a reponer el control documental en sus fronteras entre el 22 de julio y el 7 de agosto con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en Lisboa del 1 al 6 de agosto y contara con la visita del papa Francisco. El país luso cerrará fronteras y pedirá pasaportes para acceder desde España.
La medida fue publicada hoy en el Diario de la República y se justifica por la «dimensión, características y complejidad del evento», su «visibilidad mediática», el «enorme flujo de personas esperado » y el «contexto actual de amenaza».
El control será realizado por el Servicio de Extranjeros y Fronteras, con el apoyo del resto de fuerzas y servicios de seguridad del Estado, bajo el «principio de proporcionalidad».
La resolución establece 21 pasos autorizados a lo largo de la frontera terrestre entre Portugal y España.
Portugal ya había anunciado en mayo que repondría los controles en las fronteras durante la JMJ, tras una reunión entre el ministro luso de Administración Interna, José Luís Carneiro, y el titular español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para coordinar la medida.
Carneiro explicó entonces que los controles no serían «sistemáticos» e insistió en que un evento como la JMJ exige una planificación más detallada.
Francisco vuelve a Portugal este verano con motivo de la JMJ en Lisboa y los municipios vecinos con la expectativa de atraer a un millón de fieles.
El pontífice estará en territorio portugués entre el 2 y el 6 de agosto y realizará también una visita a Fátima.
Restricciones aéreas
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebra en Lisboa del 1 al 6 de agosto provocará restricciones en el tráfico aéreo en Portugal, con cuatro zonas de exclusión en la capital y Fátima, aunque serán permitidos los vuelos comerciales.
La medida forma parte del plan de seguridad presentado hoy por el Gobierno portugués para el evento, que espera congregar a un millón de fieles y contará con la presencia del papa Francisco.
Habrá cuatro zonas de exclusión aérea en Lisboa y Fátima donde la circulación de aeronaves quedará prohibida o restringida, aunque se permitirán los vuelos comerciales en el aeropuerto de la capital y en el aeródromo de Cascais.
Otros 23 aeródromos contarán con restricciones y se establecerá un sistema de detección de drones no autorizados. Además, se repondrá el control documental de fronteras entre el 22 de julio y el 7 de agosto, que será «selectivo» y basado en «indicadores de riesgo», con 21 pasos terrestres autorizados.
El plan prevé en el terreno 16.000 miembros de las fuerzas de seguridad, Protección Civil y emergencia médica, con quienes colaborarán las Fuerzas Armadas, la Policía española, la Europol y la Interpol.
Este viernes también fue presentado el plan de movilidad, que prevé un refuerzo de 354.000 plazas en el transporte público del área metropolitana de Lisboa cada día laborable y 780.000 los fines de semana. Varias estaciones de metro y de tren permanecerán cerradas algunos días del evento.
ondacero.es