La mitad de los jóvenes que se incorporan a la actividad agraria en España lo hace sin contar con ayudas de la PAC , según el documento base de «La instalación de jóvenes y el relevo generacional en el sector agrario» al que ha tenido acceso Efeagro.

El documento, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, es la guía para trabajar este asunto con las diferentes comunidades autónomas en la Conferencia sectorial y el foro que se celebra este miércoles 3 en Pamplona.

De la comparación con la Unión Europea se deduce que el número de agricultores que previsiblemente recibirán apoyo del Plan Estratégico de la PAC (Pepac) entre 2023-27 para su establecimiento «es inferior al de otros Estados miembros como Francia o Italia», a pesar de contar con un «gasto público total para el relevo generacional similar».

Dedicarse al campo tiene un componente eminentemente familiar pues «tres de cada cinco jóvenes que se instala continúa con la explotación familiar».

LOS DATOS: UN 11% MENOS DE JÓVENES EN EL CAMPO DESDE 2009

La población activa agraria española, en 2021 (939.977 personas) se mantiene muy próxima a la de 2009 (935.0077 personas), pero el descenso de la población activa joven en el sector agrario ha sido constante, hasta situarse en 367.286 personas al bajar un 11%.

La situación no revierte y «sigue existiendo un envejecimiento de la población ocupada y una masculinización de la juventud que accede a la actividad agraria».

En la Unión Europea, un tercio (33,2%) de los titulares de explotación tienen 65 años o más, mientras que tan solo un 12% de las explotaciones europeas están en manos de jóvenes menores de 40 años (Eurostat 2020).

En España esta situación se agrava, pues el conjunto de titulares de explotación mayores de 65 años supone el 41,3% , mientras que sólo el 8,9% tiene menos de 41 años, según el censo agrario de 2020.

BARRERAS BIEN CONOCIDAS: ACCESO A LA TIERRA, A LA FINANCIACIÓN Y LA BUROCRACIA

Según el documento, los principales factores «limitantes» que identifican los jóvenes son: las dificultades de acceso a la tierra y al crédito, las del proceso de instalación, las trabas burocráticas, las condiciones del medio rural y la falta de formación adecuada y de asesoramiento específico antes, durante y después de la instalación, a lo que ahora hay que añadir que se incorporan sin ayudas de la PAC.

En relación con el acceso a la financiación y al crédito, «existe una probabilidad entre dos y tres veces mayor de que los agricultores jóvenes vean rechazadas sus solicitudes de préstamo para iniciar o ampliar su negocio agrícola», se reconoce en el documento.

Respecto al mercado de la tierra, el documento añade que «se caracteriza por presentar una falta de información y transparencia sobre su dinámica de funcionamiento» y que «uno de los grandes retos es frenar la disminución de superficie agraria útil».

En este punto, las estimaciones de tierras abandonadas en España según los datos oficiales hablan de aproximadamente 198.000 hectáreas repartidas en todas las comunidades autónomas.

EL REFUERZO DESDE ESPAÑA: LOS ‘NEW ENTRANTS’

El documento revela el «apoyo al relevo» desde el Plan Estratégico de la PAC, «mediante un enfoque estratégico» que garantiza la coherencia entre las diferentes medidas, no solo las intervenciones de esta político, sino con el diseño de una Estrategia Nacional de Relevo Generacional y una mayor dotación presupuestaria destinada a jóvenes.

Para abordar el desafío, se ha puesto el foco también en los nuevos profesionales que inician su actividad agraria ‘new entrants’ y en todos aquellos agricultores que pueden o quieren retirarse de la misma y transmitir o ceder su explotación.

«Es fundamental atender a las necesidades y oportunidades que tienen los agricultores próximos a la edad de jubilación (o ya superada esa edad) para retirarse de su vida laboral y transmitir sus explotaciones, en especial cuando no existe relevo intrafamiliar», expresa el informe. Es una forma de evitar el abandono de las fincas.

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