Ecologistas en Acción Dehesas y Villuercas integrada en la Federación de Extremadura realiza una actividad de reivindicación de los valores etnográficos, medioambientales y paisajísticos de un enclave significativo a caballo entre los términos municipales de Abertura y Conquista de la Sierra, que actualmente está amenazado por el vertido incontrolado procedente de las alcantarillas de Conquista de la Sierra, Herguijuela, Santa Cruz, La Abertura y Zorita.

Una vez más los ríos de nuestra región cobran valor como corredores naturales generadores de recursos múltiples desde el punto de vista económico, medioambiental y social para la vida colectiva.

En este caso  se trata de un espacio de hábitat comunal que albergó hasta los años 60 una majada de pastores y porqueros en torno al molino harinero conocido como “molino del portugués”, enclave situado junto al puente que daba servicio al camino vecinal que une las localidades de Abertura y Conquista de la Sierra a caballo entre los dos términos municipales.

El puente, que data de mediados del siglo XVII, constituye un ejemplo significativo de obra civil de la época que permitía el paso del río Alcollarín.

Esta vía daba servicio a la entrega de grano procedente del entorno y a su vez permitía la distribución de harina para consumo humano entre las localidades de la comarca, un recurso básico para la población de la época.

En torno al molino se estableció un hábitat compuesto por varias casas y dependencias ganaderas, corralas y porquerizas, en las que varias familias  atendían las necesidades propias y del resto de transeúntes; se trata de una vía que conectaba a pocos kilómetros con la cañada leonesa occidental, que transcurre paralela a la cuenca de otro río significativo de la comarca, el río Búrdalo y que tuvo una gran relevancia al servir de vía trashumante hasta los años 40 del siglo XX.

En las pequeñas cascadas del río se ha documentado esta primavera la presencia de barbos nadando río arriba para desovar, un indicador relevante de la calidad de las aguas que alimentan más abajo el embalse del río Alcollarín, que alberga una extraordinaria riqueza y variedad de aves migratorias.

Por otro lado la antigua majada y la ribera del río está flanqueada de grandes fresnos centenarios y otros árboles de ribera, constituyendo un espacio enormemente interesante desde el punto de vista de la biodiversidad, en el que no falta el galápago leproso, así como todo tipo de reptiles , mamíferos y  aves.