Ayer, 12 de diciembre, un grupo de 15 buitres leonados salían del Centro de AMUS en Villafranca de los Barros en dirección a la isla de Chipre. Un largo viaje en una furgoneta, especialmente equipada, y en avión cruzando territorios diferentes.
Con estas aves va la ilusión de contribuir a la recuperación de esta especie en un punto estratégico entre tres continentes; el asiático, el africano y el europeo.
Extremadura, lidera una de las grandes contribuciones en la recuperación de especies carroñeras (buitres leonados y negros) por diferentes países habiendo aportado cientos de ejemplares en la
última década.
Una isla con nombre (entre otras hipótesis) en sus orígenes etimológicos de un árbol, el Ciprés,
recibirá a lo largo del día de hoy un regalo de navidad muy especial de biodiversidad por parte de la Consejería para la Transición Ecológica a través del Centro de Recuperación Los Hornos y AMUS.
Desde miles de kilómetros de distancia, con el objetivo de recuperar esta especie en un lugar
lejos de los bosques y roquedos extremeños.
En este nuevo hogar confluyen las variables necesarias para que esta especie pueda sobrevivir y con eso volver a dibujar sobre el mapa la presencia de este gran carroñero.
En esta isla vivirán en una tierra con dos grandes macizos montañosos separados por un ampuloso valle y rodeados de mágicos acantilados y calmosas
playas.
AMUS, en este sentido se siente muy orgullosa y satisfecha de contribuir con su esfuerzo; recogiendo y recuperando ejemplares además de prepararlos con todos los controles sanitarios pertinentes a nuevos espacios que configuran la distribución histórica de esta y otras especies de carroñeros.